El síndrome del túnel del carpo consiste en los síntomas generados por la comprensión del nervio mediano a su paso por el túnel carpiano. Se da hasta en cinco de cada cien personas, y en mujeres es hasta tres veces más habitual que en los hombres, mientras que en el caso de los niños es muy poco frecuente.
El signo principal de esta patología es una sensación de hormigueo en la mano y en los dedos, cuya sensibilidad depende de este nervio. En el caso de que el síndrome sea grave, puede provocar falta de fuerza en las manos.
El túnel de carpo: un pasadizo muy estrecho
El cuerpo humano como tal es un milagro. Está compuesto y lleno de huesos, tejidos y órganos muy complejos, y cada uno de ellos tiene una función concreta. Funciona como una maquinaria perfecta y se encuentra todo muy apretado. ¿Alguna vez has cogido un autobús o un metro en hora punta? Pues igual: las estructuras del cuerpo están muy apretadas. Esto mismo es lo que le pasa al nervio mediano cuando pasa por la muñeca, en el túnel de carpo.
El nervio mediano está originado por la raíz nerviosa que sale de la médula espinal a nivel del cuello y que después baja por el brazo hasta los dedos. Cuando alcanza la muñeca, pasa por el túnel de carpo, un conducto estrecho y que está cerrado por arriba por el ligamento trasverso del carpo. El nervio acaba por dividirse en ramitas que alcanzan todos los dedos a excepción del meñique.
A medida que avanza por el túnel, el nervio mediano no va solo, sino que está acompañado de nueve tendones de músculos, que son los que flexionan los dedos de la mano. Cualquier alteración en ese espacio, puede comprimir el nervio y causar síntomas del síndrome.
Signos y síntomas del síndrome del túnel carpiano
Los síntomas típicos de esta patología son:
- Dolor
- Hormigueos
- Acorchamiento o entumecimiento
Estos síntomas se producen en la zona de la mano que recibe la sensibilidad de ese nervio: dedo pulgar, índice, corazón y la mitad del dedo anular.
La eminencia tenar conserva la sensibilidad normal, ya que la rama del nervio mediano que la alcanza no pasa por dentro del túnel carpiano. Sin embargo, en ocasiones los síntomas se notan en la muñeca o en todos los dedos, subiendo incluso el hormigueo hasta el antebrazo, aunque nunca al cuello.
Durante la noche, los síntomas del túnel carpiano empeoran, pudiendo incluso despertar al paciente. Para buscar algo de alivio, es posible agitar la mano como si se barajase un termómetro, así como poner el brazo bajo el chorro de grifo.
A su vez, las actividades que suponen la flexión o extensión de la muñeca, así como la de elevar los brazos, comprimen el nervio empeorando los síntomas: actividades como la conducción, la lectura, o sujetar un móvil.
En ocasiones, el síndrome se da en ambos brazos, pese a que los síntomas pueden aparecer únicamente en la mano en el que la compresión nerviosa es más importante.
Además de trasnochador, el síndrome del túnel carpiano es engañoso, ya que los síntomas mejoran a temporadas y parece que la patología ya no molesta, pero acaban volviendo. En otras personas, no obstante, no hay periodos buenos ni malos, sino que la enfermedad empeora paulatinamente. En estos casos, a los hormigueos y a los calambres es necesario sumarle una perdida progresiva de fuerza en las manos. En ocasiones se caerán cosas de las manos, costará abrocharse los botones o incluso girar la llave de una cerradura.