El aumento de la esperanza de vida ha conseguido que la artrosis localizada en articulación de la cadera sea cada vez más invalidante y frecuente. La artroplastia total de cadera se considera la cirugía reconstructiva más realizada en la actualidad.

¿Qué es una artroplastia de cadera?

La cirugía consiste en el reemplazo de la articulación de la cadera, compuesta por la cavidad acetabular localizada en la pelvis y la cabeza del fémur. Esta articulación se sustituye por un implante dentro de la cavidad acetabular y otro denominado vástago femoral, implantado en el canal medular del fémur.

La artroplastia total de cadera es la cirugía reconstructiva más realizada actualmente

La mayor parte de los componentes protésicos están formados por aleaciones de diferentes metales, siendo el titanio y cromo-cobalto los metales más utilizados. Las estructuras móviles están sujetas a desgaste, por lo que han ido evolucionando con los años y, actualmente, se pretende individualizar su elección según los beneficios y desventajas de cada uno de ellos.

¿Cuándo vamos a necesitar una prótesis de cadera?

La cirugía protésica de cadera es un tratamiento con un excelente resultado para solucionar el dolor de cadera debido a un proceso degenerativo articular, una displasia articular de la infancia, secuelas de fracturas o luxaciones, infecciones

Sin embargo, lo más importante ante un dolor de cadera es la adecuada indicación quirúrgica, ya que existen dolores referidos o adyacentes a la articulación que permanecerán a pesar de la cirugía protésica.

La artroplastia de cadera es una cirugía con un alto grado de satisfacción por parte del paciente y un porcentaje mínimo de complicaciones. Tras la intervención, el dolor inguinal presenta una disminución sustancial, el rango de movilidad mejora y se puede presentar una mejoría de ciertos dolores lumbares.

¿Cuánto dura una prótesis?

El avance científico realizado por parte de las empresas productoras del material protésico ha conseguido que la durabilidad de esos componentes puede superar los 20 años fácilmente.  No existe una edad ideal para la artroplastia total de cadera, por lo que su indicación viene determinada por la necesidad del propio paciente, asumiendo que no se puede condenar al paciente a dolor y limitación funcional para ganar unos cuantos años más de edad.

Obviamente, hay factores que determinan mayor durabilidad de los componentes protésicos como la correcta elección del implante del par de fricción y la adecuada colocación de los implantes.

¿Qué riesgos tenemos cuando nos operamos de una prótesis de cadera?

Como cualquier otro proceso quirúrgico, la artroplastia de cadera tiene una serie de posibles complicaciones. La luxación y la infección protésica son las dos complicaciones más frecuentes. A pesar de la gran evolución en las últimas décadas para intentar simular la morfología articular de la cadera nativa, estas complicaciones se continúan produciendo en un porcentaje pequeño. Tras un episodio de luxación, el riesgo de recurrencia es significativamente mayor.

¿Qué podemos hacer con una prótesis de cadera?

La demanda funcional de los pacientes ha ido cambiando en función de la evolución de la sociedad. Un portador de una prótesis de cadera puede realizar la misma actividad física que realizaba previamente, no obstante, es importante incidir en que las prótesis no están diseñadas para soportar actividades de impacto, por lo que el especialista en Traumatología no aconseja correr ni realizar actividades de impacto sobre esa articulación. Existen muchas actividades físicas que el paciente puede realizar con total seguridad (ciclismo, natación, tenis, pádel…).

La buena evolución postoperatoria de un paciente con prótesis de cadera precisa que el paciente conozca las etapas del proceso y los riesgos asociados al mismo.

¿En qué consiste una prótesis de cadera?

La cirugía protésica de cadera precisa en la mayor parte de las ocasiones de una anestesia raquídea (siendo una anestesia de cintura hacia las piernas). El tiempo de la intervención quirúrgica es variable, siendo frecuentemente alrededor de 60 minutos. Una vez finalizada la cirugía, se traslada a la unidad de recuperación postanestésica donde permanecerá un tiempo medio de dos horas hasta la recuperación anestésica.

En las primeras 24 horas tras la intervención, se comienza la deambulación con ayuda de bastones. El tiempo de hospitalización depende de la evolución postquirúrgica siendo lo habitual unos 3 días.

Durante las primeras 6-8 semanas, es importante caminar con muletas para un adecuado control muscular y tener una serie de precauciones para conseguir una adecuada cicatrización de los tejidos periarticulares.

Las principales precauciones se relacionan con evitar sentarse en sitios bajosdormir con una almohada entre las piernas y evitar el entrecruzamiento de las piernas. La realización de actividades físicas como la bicicleta estática o la natación se autorizan a partir de las 6 semanas y la conducción entre 8-12 semanas.

Fuente

¿Cuándo es necesaria una prótesis de cadera? | Top Doctors

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