Los nuevos hábitos de vida de los niños en países desarrollados, la alimentación y cierta predisposición genética han provocado que haya cambiado el tipo de enfermedades habituales en pediatría en los últimos años: «Se ha pasado de aquellas derivadas de infecciones gastrointestinales a patologías inflamatorias intestinales crónicas, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, cuya incidencia es creciente en las sociedades más desarrolladas y aparecen en edades cada vez más tempranas». Así lo ha manifestado Margarita Alonso Franch, directora de la Diplomatura de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Valladolid.
Corrección con dietas
Ha destacado el papel de las pruebas de cribado neonatal para detectar de forma precoz patologías como la fenilcetonuria, el hipotiroidismo y la fibrosis quística. Pero existen más de 400 enfermedades metabólicas distintas conocidas y la mayoría no se detectan en los citados cribados: «Son patologías poco frecuentes pero con las que los pediatras estamos cada vez más sensibilizados, pueden presentar sintomatología en los primeros meses de vida y ser corregidas con dietas especiales en muchos casos».
La evolución de las colestasis neonatales ha sido otro de los temas centrales del congreso. Calvo ha manifestado que «la mayoría de estos niños están abocados al trasplante, pero gracias a técnicas quirúrgicas cada vez más depuradas e inmunosupresores más eficaces la supervivencia ha aumentado de forma considerable».
Según ha explicado Alonso Franch, se han incorporado nuevos métodos y técnicas para detectar precozmente alteraciones del equilibrio nutricional y se han validado tablas adecuadas para comparar los datos antropométricos y de composisición corporal.
Fuente: cuidateplus.com